lunes, 17 de febrero de 2014

Bastante tiempo ha pasado ya y yo sin encontrarme.

Bastante tiempo ha pasado ya y sigo sin encontrarme, todos los poros de mi piel piden a gritos que me salven.
Bastante tiempo ha pasado ya y sigo pensando 'vaya laberinto es mi cabeza' ¿pero como salir de aquí, como escapar de ella? A veces sonrío por que el verde de sus ojos me dicen que lo haga, que lo vale, que merece… aunque yo llevando la contraria (como siempre por mi parte) le digo que ya, a estas alturas nada merece ésta maldita pena…. Probablemente porque yo piense que es por “algo” por lo que hay que hacerlo, pero intuyo que es por “alguien” y que no me atrevo.
Aunque el concepto no lo tenga claro porque el temblor de mis piernas y la pesadez de mis ojos no me permitan ver con claridad las señales de la vida, sé que hasta que todo esto no cese nunca podré verlas y que solo tropezaré por el camino.
Cada fragmento de papel, cada palabra escrita guarda una herida.... heridas que intento cicatrizar dejándolas olvidadas aquí pero esto no termina, yo si veo como de mis venas sale tinta.
Y...
¿Cómo no destruirme hectáreas enteras por segundo? ¿Cómo no permitir que duelan tanto las miradas que se clavan en los mas profundo? ¿Cómo hacer que su sonrisa sea la dirección de mis ojos? por que ahora mi única espera y propósito es llegar hasta su boca, para besar su corazón roto.
Llegamos a ese encuentro, esa cita tan importante a la que sólo asistimos tu, yo y el dolor que llevo dentro, y creo que no faltó nadie.
Que no te engañen, amar sin condiciones no sale rentable, imposible amar sin que te amen, es como intentar nadar en arenas movedizas, es como simular que no te duele aunque sonrías, es como intentar reconocer tus lágrimas detrás del parabrisas, es como darte cuenta que cada respiro no te demuestra que vives sino que, al contrario, es un suspiro menos de vida.
Venid alguien ya enserio, venid a salvarme, mirad como tiemblo, mirad mis ojos y decidme que no os dicen lo que siento. Que entierro mis uñas en mi pelo que a veces me grito en el espejo, que cada vez me exijo mas y que cada vez el resultado acaba siendo menos, que no sé bajo que suelo meter mi mente, que pisar las piedras nunca fue igual que patearlas y que me engañaron… que no eran estrellas lo que contaba eran los segundos del reloj, esos que matan.
Tantas palabras creo que ya son demasiado, el sol no me sonríe a la cara, sino que intenta calentar mi espalda mientras de frente el cielo nublado.
Buscando ese abril que nunca llega, ese que me cuenta los años de vida, ese que devuelve a los arboles las hojas y que trae consigo el calor que no he sabido encontrar en nadie... Podría escribir más triste, más nostalgia, más lágrimas... pero ¿para qué darle vueltas y caminar en circulo por el mismo agujero negro? con el que tengo en el pecho es suficiente. 
Bastante tiempo ha pasado ya desde que podía sentir quién era, bastante tiempo ya y nadie me recuerda, bastante tiempo ya y me sigo dando cuerda, bastante tiempo ya y las horas que no paran, y esa persona que no llega.
Podría ser más cruel... o mejor, lo suficientemente cruel para desgarraros el corazón a versos, podría hundiros en mi torbellino de incertidumbres, de miedos, de inseguridades... podría darle play y acabar con todo, abrir los ojos y desnudar su alma, rasgar el alma a puñaladas escritas, pero no es justo. Ya con una muerta en vida es bastante. Y sin encontrar la calma...
Pero la vida siguió... nunca se detuvo, yo pensé (engañada) que se había detenido ese día que la vi pasar enfrente de mis ojos en un segundo, pero era MI vida la que se había detenido, aunque para ser sincera... la verdad es que nunca supe a quién pertenecía, no sé si sigue en la mirada del primero, en la sonrisa del segundo o en el bolsillo del tercero... no sé si ahora la está pateando alguien por que no encontraba latas vacías por el camino, no sé si la he cambiado por la razón que ahora no tengo, o si en realidad lo que pasa es que a ambas las he perdido.
Lo que si están perdidas son estas pupilas que me reclaman que me encuentre, que aunque todos tengan precio el mio a penas insuficiente, pupilas negras que hacen despejo a mi interior negro, que todo lo que veas en ellas es lo que hay dentro.
Bastante tiempo ha pasado ya desde que empecé a esperar sentada en el bordillo de la acera, bastante tiempo ya y los cigarrillos no cesan, espero y espero mientras consumo la vida, mientras lo que seguramente esté esperando sea la muerte que me salve de mentiras.
Bastante tiempo ha pasado ya y yo sigo midiendo…. Midiendo el odio y el amor, midiendo miradas inoportunas, palabras indecisas, sonrisas incoherentes, sueños secretos, saliva gritada que debería estar en una boca.
Pero sigo buscando... sus miradas debajo de las sabanas, aunque solo encuentre la almohada mojada y preguntas inconclusas, dibujando alas con humo, sintiendo como todo aquí dentro se rompe mientras huyo.
Bastante tiempo ha pasado ya... y nadie recuerda mi nombre, ya ha nadie le importa, yo creo que todos han perdido el norte, bastante tiempo ya y nadie dedica su memoria a ese día, el día que me hallaba en el suelo muerta.
Yo un día dije que me cansaría.

martes, 4 de febrero de 2014

Aquí, yo.

Amistades que se rompen cual papeles, amores que nunca logran decirte quien eres, silencios que destrozan y se toman rehenes... Por que vender el alma en cada bocanada bajo mi concepto significa entenderme.

Voy viendo como se va el tiempo y la juventud de mis manos vacías aún. Siempre decido que quiero dejarme llevar, pero solo el sexo combinado con humo consiguen que lo haga, nadie ha podido llenar este vacío que solo se llena mientras escribo por mi por que éstas son todas mis ganas envasadas al vacío mientras las agujas del reloj son las únicas agujas que atraviesan las venas.
Muriendo en cada frase que escuche y me envenene, mientras la lluvia compite con el mar de mis ojos, mientras los deseos echos polvo.
Solo una luz que me ilumine por que esta nube negra no deja ver la luz de la farola en este callejón oscuro  y va de vuelta, imaginando como desenvolvía mi etiqueta y me veías semi desnuda, ven conmigo a lo profundo del sofá y deja que fuera llueva aunque sepas que dentro de mi solo nieva, sé que tratas de mirar a mi interior y que no encuentras nada, pero tu déjame soñar callada o déjame morir sola en mi cueva, la luz de esta linterna solo ilumina el papel de la libreta, la vela con las que amenizaba la cena, se ha apagado para sobre llevar las cargas, se han apagado solas por que tu no llegabas.

Te esperaba con tu libro favorito en tu sofá favorito con tu manta favorita, pero la que sobraba era yo por que yo ya no era tu chica favorita.
Y así constituyéndome de resquicios cuando la confianza se rompe y te deja en el borde del precipicio.